Los "Unicornios de IA" están siendo desmantelados a medida que las grandes empresas tecnológicas reclutan talento e incluso fundadores. El jefe de la FTC advierte sobre el "riesgo de monopolización".

La inteligencia artificial (IA) está experimentando un importante cambio de poder. Las grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Google y Amazon están adquiriendo en silencio el talento y la tecnología de prometedoras empresas emergentes de IA sin comprarlas en su totalidad. Estas empresas, a menudo llamadas "unicornios de la IA" debido a sus valoraciones en miles de millones de dólares, se están viendo diezmadas a medida que sus principales ejecutivos, ingenieros clave e incluso fundadores son contratados por gigantes tecnológicos que buscan dominar la carrera por la IA.

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La estrategia de Big Tech es el robo de talento, no su adquisición

En lugar de comprar en su totalidad estas empresas emergentes, Big Tech está haciendo acuerdos para utilizar su tecnología y contratar a sus mejores empleados. Esto les ayuda a evitar el escrutinio gubernamental que conllevan las grandes fusiones, al tiempo que siguen captando a los mejores profesionales de la industria de la IA.

A principios de este año, Microsoft hizo un acuerdo con la empresa emergente de IA Inflection, pagando 650 millones de dólares para utilizar los modelos de IA de Inflection y contratando a casi todos los empleados de la empresa emergente, incluido su cofundador, Mustafa Suleyman. 

Amazon está haciendo lo mismo con Adept, otra empresa emergente de IA de alto perfil, contratando a su CEO, David Luan, y a varios ejecutivos de alto nivel, mientras que licencia la tecnología de IA de la empresa.

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Este tipo de acuerdos permiten a Big Tech expandir rápidamente sus capacidades de IA sin los problemas de una adquisición completa, lo que atrae la atención de las autoridades. Sin embargo, la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) ya está investigando si el acuerdo de Microsoft con Inflection y el de Amazon con Adept se realizaron para evitar las regulaciones antimonopolio. 

Además de la investigación de la FTC, al menos tres senadores estadounidenses también han pedido una investigación.

La presidenta de la FTC, Lina Khan, advierte de que estos acuerdos de robo de talento son una forma de que Big Tech evite la competencia y que esto podría dar lugar a una monopolización. "En este momento, la IA es una tecnología incipiente que podría catalizar un crecimiento y una innovación enormes. Hay una oportunidad enorme para un mercado dinámico, pero también vemos riesgos. Vemos un riesgo de consolidación. Vemos el riesgo de una monopolización", dijo Khan. 

Si unos pocos jugadores dominantes controlan la mayor parte del talento y la tecnología, es posible que las empresas más pequeñas no tengan la oportunidad de prosperar.

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¿Por qué venden las empresas emergentes de IA?

Entonces, ¿por qué renuncian estos unicornios de la IA a su talento y tecnología? La verdad es que muchas de estas empresas emergentes están luchando por ganar dinero. Por ejemplo, Character. AI, una vez valorada en 1.000 millones de dólares, tuvo problemas para generar ingresos a pesar de su popularidad. Y ahora, Google ha nombrado a Noam Shazeer, ex director de la empresa emergente de IA y un veterano investigador de Google, como co-coordinador de su principal proyecto de IA, Géminis, junto con un puñado de empleados más. 

La creación de modelos de IA avanzados requiere enormes cantidades de potencia informática, lo que resulta muy caro. Las empresas emergentes que no pueden permitirse estos costes a menudo buscan ayuda en Big Tech. Estos acuerdos proporcionan un salvavidas, ayudando a las empresas a sobrevivir mientras dan a los gigantes tecnológicos acceso a la tecnología de IA más avanzada y a las personas con talento necesarias para desarrollarla.

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En muchos casos, los fundadores y ejecutivos principales de estas empresas emergentes obtienen papeles cómodos en empresas como Microsoft, Google y Amazon. Mientras tanto, los empleados restantes intentan recoger las piezas. 

Los inversores que inicialmente respaldaron estas empresas emergentes también obtienen retornos más bajos de lo que esperaban. Como resultado, algunos unicornios de la IA se están reduciendo a meras sombras de lo que fueron, operando sin sus mejores mentes o sin suficientes recursos para competir con Big Tech.

Grandes empresas tecnológicas tienen un largo historial de encontrar formas de mantenerse por delante de los reguladores, y tendremos que ver si el Gobierno actuará lo suficientemente rápido para prevenir una mayor consolidación en el espacio de la IA.

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